Para mí el alpinismo es más que una pasión, es educación.

El trabajo me da de comer pero la montaña me da de vivir.

Casimiro Ferrari

martes, 26 de noviembre de 2013

Pico Argentino




De vuelta al Tronador.
El domingo 24 de noviembre salimos desde Pampa Linda luego del registro de rigor en la seccional de PN, excelente trato, rápido y conciso sin cuestionarios, ni consejos, ni advertencias que ofenden la inteligencia y el buen sentido. La novedad; nevaba. Con regularidad se descargaba alguna nube sobre nosotros, Gervasio Claverie y yo, Toni, subimos un poco pesados porque decidimos llevar la carpa y algo de equipo extra, unos tornillos demás, por si se nos ocurría algo más inclinado que la ruta normal.
Llegamos al refugio y como cada vez que regreso a ese lugar icónico del montañismo Argentino, por mi memoria viaja un carrusel de cosas la gran mayoría grandes recuerdos y alguna que otra pena también grande.
Al llegar al refugio Otto Meilling, la calidez del equipo a cargo, un exterior con viento y nieve y lo accesible del costo, precipitaron la decisión de pernoctar bajo techo.
Compartimos los preparativos de un numeroso contingente, que organizado por varios guías partirían en la madrugada del lunes, los horarios oscilaban entre las 3 a las 4 AM, pensamos cual sería la mejor opción y la opción final fue salir últimos.
A las 5:20 comenzamos la caminata por la nieve que habían dejado un día completo de precipitaciones, teníamos la huellas de los equipos que nos precedían y aun así a pesar de cierta firmeza el transito se hizo un poquito pesado. A las dos horas de marcha alcanzamos al primer equipo, mantuvimos una breve conversación con el guía Craig Roos y supusimos que alcanzaríamos al grupo que llevaba la delantera en el término de una hora, no fue así, ese grupo caminaba con raquetas y no nos dejaban una huella muy firme, los seguimos igualmente agradeciendo la marca que dejaban sus raquetas.
En la depresión encontramos las raquetas y algunas mochilas, allí miré para arriba tratando de evitar un horrible recuerdo de la caída de una cordada de ocho personas que vi precipitarse hace unos años en ese lugar, tal vez el peor recuerdo montañero que tenga, miré y le conté un poco lo que fue esa lamentable experiencia a Gervasio pero la verdad no importaban mucho los detalles. También me detuve a estudiar el itinerario de la sur, estaba muy bueno con un resalte algo duro al principio que continuaba como siempre ha sido con constante inclinación moderada por debajo de unas bandas de rocas bastante amenazantes, me miré a mí mismo y la verdad estaba muy afectado por un somnolencia persistente y de ella derivaba cierta falta de energía, le comente eso a Gervasio y decidimos abortar el intento y continuar por la ruta normal.
La subida final con una curva de inclinación y exposición en aumento estaba con nieve nueva muy firme sobre la capa amarillenta de las nevadas precedentes, al final el paso más delicado por lo expuesto y por tener que subir sobre rocas sin cohesión y algo de hielo que las hacía más consistentes. Sin mayores inconvenientes alcanzamos la cumbre agradecidos a Luciano Fiorenza quien nos permitió usar sus anclajes, saludamos al grupo de guías y sus clientes y salimos cuanto antes para evitarnos la conglomeración de personas cuando se juntaran los que estaban en la cumbre con los nueve que venían subiendo detrás.
La bajada es por una sección inclinada en travesía de verdad accesible para quien posee buenas habilidades para caminar por esa clase de terreno, el piso estaba ideal y bajamos rápido y sin inconvenientes. Desde el depósito de las mochilas y raquetas miramos como bajaban los guías con sus clientes por esa pendiente, se llamará quizás ensamblé con cuerda corta a esa técnica que me hace admirar la habilidad y el valor de los guías que hacen esto repetidas veces, con personas que han conocido un par de días antes. Nos juntamos un momentos con los alegres clientes, nos saludamos una vez mas y al fin nos reconocimos con pablo Pontoriero que no me había saludado por flaco, un gusto estar allí y recibir esos saludos.
Para abajo, llegamos al refugio juntamos todo y salimos para Pampa Linda donde estaba el auto, aprovechamos los arroyos para tomar agua y mejorar nuestras posibilidades de no parar hasta Neuquén (600 Km al Noreste). Llegamos al estacionamiento especulando con un descenso en bici por esos senderos, ya llegará. Estiramos y salimos, entre una cena en Bariloche, varias minisiestas y la pertinaz osadía al volante de Gervasio llegamos a las 7:30 de hoy martes a Neuquén.  
   







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